Una Pistola Una Vida
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El Agente Quispe corría a las afueras de un pasillo, con su arma pérdida a la otra punta de la base. Mientras todos los demás se iban a la batalla, el corría buscando su arma de la cosa horrible que le perseguía. De músculos grumosos y gigantes, armadura queratinosa en muchas partes, garras inmensas y dientes con la mandíbula expuesta. La bestia gritaba mientras saltaba y corría al Agente Quispe, desgarrando las paredes y el suelo con sus grandes garras.

Quispe corría con determinación esquivando a la muerte, mientras por detrás un ser que le partiría fácilmente en dos iba por detras. Un sonido de balas se escuchó por una ametralladora pesada, una lluvia de balas milagrosa. Tan malditamente suertuda. Las balas cayeron contra el gigante guerrero, atravesando su armadura, piel y carne, para luego ser empujada abruptamente por la fuerza de las balas al suelo. Dañada pero no inconsciente, Quispe aprovecho para correr y lograr tomar su AK-47 tirada en el piso para utilizar rápidamente uno de sus cargadores con uno de sus cartuchos en su cinturón. La criatura aturdida, pero ahora enfadada se levantó con echando humo como un tren andando. Aún que las balas aún seguían llegando, la bestia logro escapar de la vista del tirador, para seguir a su objetivo. Quispe corría para luego mirar atrás y al ver a la monstruosidad levanto su arma mientras corría, con su dedo índice se apoyo en el gatillo y disparo a quema ropa. Cada bala que impactaba en el cuerpo de esa cosa, generaba espasmos en los músculos o las balas rebotaban al chocar contra la armadura de hueso. Un poco más alto apunto y una bala en el ojo dio. La bestia grito de dolor tapandocé la cara mientras trataba de regenerar sus tejidos dañados.

Quispe aprovecho a correr hacía el puesto donde se encontraba su amigo, el agente que nadie sabía su verdadero nombre con lo que todos le llaman "INVICTUS". Él se encontraba en una esquina del almacén disparando a otros objetivos lejanos con su AK-47 propia, dándole más de veintisiete rondas a un solo tipo. Cuando llegó, Quispe lo tomo del brazo y le dijo alterado;

"¡Corre mierda, esa cosa viene tras de nosotros!"

Quispe estando en un momento eufórico, corrió hacía la parte trasera del almacén mientras INVICTUS miro el alrededor echando un vistazo rápido para bajar y seguirlo también a paso rápido a su compañero, con un rostro sin expresión para detenerse ya al llegar a la parte trasera. La bestia los buscaba con la mirada babeando, saborear como sería su sangre, su carne arrancada, sus huesos trizados y sus órganos embarrados.

INVICTUS junto a el, pregunto a su compañero;

"¿Qué se supone qué es esa cosa?

Y Quispe respondió;

"¡¿Cómo pretendes que yo lo sepa?!, Es otra abominación de esos hijos de puta sarkicos!."

La bestia se giró, levantando la cabeza. se pudo sentir en el aire su mirada asesina donde estaban ambos hombres. Quispe sintió un temblor en el hombro como si el sintiera que la bestia le miraba solo a el, como toro ciego el gigante se disparó gritando con ira ciega. Quispe y INVICTUS echaron a correr rápidamente para luego tener a la bestia detrás, atontada pasando por el estrecho muro con movimientos violentos y sin sentido como la bestia que es. Quispe y INVICTUS aprovecharon a disparar sus armas haciendo retroceder un poco a la bestia solo para que avanzará con más irá. Quispe e INVICTUS corrieron adentro del almacén para que luego Quispe tuviera la idea de su vida.

"Oye, tengo una idea!, Entremos al almacén, derribemos los barriles de gasolina para que esa cosa se resbale y le prendamos fuego."

A lo que INVICTUS respondió;

"Con tal de asesinar esa cosa, no me importa nada ya, hagámoslo."

Quispe rápidamente junto a su compañero corrieron lo más rápido posible y abrieron la puerta grande del almacén mientras la bestia intentaba abrirse paso. Quispe corrió viendo alrededor algunos barriles, unas cuantas cajas que sabía que tenían munición y algunos explosivos. Quispe se subió a una segunda planta gritando a su compañero;

"Abre y derriba los barriles, yo atraigo a esa condenada cosa asta acá."

INVICTUS abrió un total de tres barriles vertiéndolos en el suelo tratando de usar sus fuerzas para disperse bien el líquido, sin que esté logré quedar cerca de alguna otra cosa más volátil. Quispe disparo a la pared norte y gritando;

"¡A ver si tienes huevos toro come pollas!"

La bestia escuchó atenta al poco tiempo y empezó a golpear la pared rugiendo sus puños abrían el hormigón poco a poco como el cuchillo del carnicero que se resbala sobre la carne. Poco a poco se arriesgaba más y más, Quispe disparo para provocar mientras INVICTUS apuntaba con su arma temblorosa. entonces la bestia derribo la pared entrando con toda su ira, Quispe abrió fuego a la cara de la bestia vaciando su cargador dándole varias en el ojo. La bestia quedó aturdida y tonta, más de lo que era, pero entonces está lanzó sus grandes garras a la plataforma que desgarro la estructura y Quispe callo de lo alto dándose contra el suelo pero 'aliviando' su caída por la reja de la plataforma. Quispe aturdido e adolorido tomo su arma de nuevo y disparo contra la bestia atontada, recargando sin pensar en nada más que explotarle el ojo en un millón de gotas de sangre.

INVICTUS le disparaba con todo en cada parte, atravesándole el pecho, los brazos, los muslos, etc., Solo para desgastarlo. La bestia enfurecida comenzó a golpear todo causando pequeños temblores, gritando ferozmente asta que vio a Quispe. El logro apurarse para pararse e intentar huir mientras disparaba pero la bestia lanzó una patada de la cual Quispe no se salvó. La uña atravesó parte de su estómago y lo partió en dos mandando cada parte contra INVICTUS.

INVICTUS choco y sintió el dolor de los pedazos que se le estrellaron de su viejo compañero, para luego ver cómo su arma quedaba muy lejos. La bestia se acerco lentamente con una sonrisa gratificante en la cara, sabiendo que podía saborear la carne de ambos. INVICTUS sonrió leve, y miro como está pisaba los charcos totalmente ciega de su destino final.

INVICTUS dijo;

"Esto es por mí amigo, y por la Insurgencia!"

INVICTUS saco una pistola, la bestia levanto la mano para atravesarlo antes de que hiciera algo. Pero al mismo tiempo que el disparo así fue atravesado por la garra, siendo sus órganos desgarrados y sus huesos destrozados. Pero la bala de trayectoria perfecta dio en el blanco oportuno.

La bestia sintió como el fuego subió por todo su cuerpo asta la cabeza, como las explosiones la hicieron caer y sufrir, como el fuego la consumía lentamente, como se manchaba más de combustible que explotaba a su ves en su piel. Así gritando agonizante, la vida de Quispe e INVICTUS fue pagada con la piel y carne de la bestia.


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