El crepúsculo llega lentamente a la llanura. El objetivo estaba llegando, cerca de la orilla, esperando a que llegue el momento. Un fugitivo, cuya membresía es cierta, siempre va más allá para sembrar a sus perseguidores.
Su respiración se corta. Se quedará aquí por un momento … han pasado tres días desde que huyó después de robar el objeto de su misión. Él ahora está descansando en una oreja, permaneciendo alerta. Nunca se sabe si alguien podría llegar a esta cueva. El objeto está en su mano izquierda.
"El objeto", llave de metal de una entrada desconocida, suspendida por un lazo hecho de una pequeña cadena. Un objeto en poder de los enemigos … ahora perdido en la naturaleza, gracias a nuestros emisarios.
Ahora él está esperando, solo. No confíes en nadie más. Permanece oculto a la vista, protegiendo el artefacto robado de su carcelero.
Carcelero de la verdad, frío y calculador. Exploradores de la ignorancia
Un viento sopla fuera de la cueva, un viento perturbador, moviendo la nieve sobre el suelo, creando una ligera neblina. El cielo se oscurece.
Él ahora está esperando, el atardecer se desvanece ante sus ojos, dando paso a la oscuridad. La adrenalina aumenta, la respiración se acelera, los cazadores parecen estar cerca, sus pasos son casi audibles, pero no parecen de la realidad.
Se levanta, le duelen las piernas mientras sale corriendo del sitio, apretando el artefacto en su mano, su arma en el otro. Él va a la salida de la cueva, debe irse, antes de que surja una tormenta. Avanza, paso a paso, lentamente, como una presa que desea permanecer invisible para su depredador, un ladrón al acecho.
Crepúsculo fugitivo.
Él sale de la cueva, progresando poco a poco en la nieve, mirando a su alrededor constantemente, sin permitirse ningún respiro. Armado y entrenado, él mira.
Desconfianza, pero paciencia. Paciencia, porque el camino será libre pronto y los depredadores se perderán. La paciencia, el mensajero del caos, permanece en las sombras y ataca con habilidad y fuerza, porque podrás regresar a tu hogar.