El Falso Ion - El Redespertar de Adytum
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Solo se escucha una respiración en el fondo de ese oscuro pasillo, y cada paso es un retumbar interminable en el eco de las paredes. Mientras el frío recorre sus venas la tenue luz de la luna le muestra su destino.

Camina con cautela, y se para en seco para distinguir un agradable olor a pasto húmedo primaveral acompañado de un peculiar pero putrefacto olor a sangre hervida e incienso.

Una ventana rechina a lo lejos mientras un fuerte viento la atraviesa. Se percibe una tormenta que se aproxima. Entre los truenos y el rugir del viento.

Pero él distingue música en el fondo, como ninguna que había escuchado antes. Sus compases fuertes y el agudo sonido como el de un violín desafinado es interrumpido por el constante resonar de una trova pero le resulta más grave y armonioso.

Su corazón se acelera y el compás acelera, él se desespera.

Intenta dar pasos a oscuras confiado pero es interrumpido por el gruñir de un trueno, y creé verse a mi mismo.

Da un salto asustado, pero no está seguro porque.

Continúa avanzando pegado a la pared, mientras nota el anticuado estilo barroco de las paredes intenta calmar su respiración pero la música cada vez se pone más lenta y constante. ¿Me espera? ¿está jugando conmigo? Piensa para sí mismo.

Se toma un minuto mientras se acerca a una antigua cómoda a un lado del camino.

Sorprendido por una estatuilla de oro con un símbolo Psi, se percata que bajo ella, hay un libro cubierto por una fina tela de seda color rojo vino.

Con cuidado desliza sus dedos para quitar la seda, dejando al descubierto un libro azul con letras doradas, con ambas manos extiende el libro y lo acerca hacia él.

"Carta Náutica de Islas No Registradas. Y Unos Cuantos Misterios Más." Con entusiasmo lo abre, y comienza a hurgar entre las hojas del libro buscando algo que capte su atención.

Pasan casi 4 centenares de hojas hasta que se nota una pequeña isla cerca de Nueva Guinea. Lo suficientemente pequeña como para no observarse en los mapas convencionales.

Es su inusual forma de semiluna, y su vegetación café rojizo lo que hace que se de su momento para apreciarla. Apoya el libro en la cómoda y llevando su dedo índice hacia una nota a un costado de la hoja, comienza a leer "Poco y nada sabe de esta isla. Nuestros exploradores declararon sentirse asustados luego de la primera noche observarán luces descender de los cielos y hundirse en el mar."

Avanza cautelosamente paso a paso, hasta el ventanal. Ahí la vista es amplia y la brisa mas helada. Toma un leve respiro y observa las interminables copas de árboles abarcar hasta lo más profundo del horizonte. El sonar del viento en los árboles lo calma lo suficiente hasta que vuelve a escuchar ese agudo constante como si de un violín maltratado se tratase.

Antes de cerrar el ventanal se percata que se encuentra en lo más arriba de una enorme mansión gótica, quizás más antigua de quienes la habitan ahora.

Cada paso que da, su vista se nubla y sus pasos se entorpecen. Manteniendo el equilibrio continúa avanzando hasta llegar a una puerta entreabierta.

Nota una tenue luz amarilla filtrándose entre la puerta acompañado del crispar de las brasas, la música suena igual, pero él siente que penetra en su mente. Un eco reverbera en su cráneo y el agudo violín le hace doler la cabeza.

Da un último paso y se deja caer contra la puerta. Esta se abre de un golpe y él cae de rodillas. Una figura sentada en un obstinado sillón color púrpura se pone de pie vistiendo un elegante traje dos piezas.

De rostro arrugado, con ojeras oscuras denotan sus profundos ojos, su nariz puntiaguda y su cabello canoso eran evidencia de su avanzada edad.

Sin apresurarse se pone de pie y extiende ambas manos sujetando un bastón con una cabeza de serpiente y un jade en su mango, con grandeza y elocuencia avanza.

En su pecho, un colgante de Psi dorado. En sus manos, anillos de piedras preciosas con extraños símbolos los cuales no conocía.

Dramáticamente mueve las manos al unísono que habla "No hay necesidad de inclinarte, te he estado esperando."

Continúa avanzando, y siente como el corazón del viejo se acelerará. Y su corazón se acelera. Y el compás acelera.

Una vez frente a él, el viejo apoya su mano izquierda en el bastón. Y la otra en la frente de él.
Arrodillado, siente algo dentro de él. Una fuerza que lo llama, una energía que lo quema por dentro. Pone ambas manos en el piso y da un grito de agonía.

"No rechaces quien eres. Sumérgete en su voluntad y toma lo que por derecho nos pertenece. La vida eterna."

Sus músculos comienzan a dar espasmos, y su corazón se acelera. Comienza a escupir espuma y a gruñir… Su visión había dejado de ser borrosa y se había tornado rojiza… Siente dolor…

…Siente ira y frustración.

Un grito se escucha y la noche no vuelve a ser la misma.

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