En la antigüedad el Caos no era considerado el fin de todo si no el inicio. Los antiguos griegos sabia esto al representar al Caos como una de sus deidades primordiales, la que daría vida a los Titanes, Dioses Olímpicos y demás entidades. Ese hecho vuelve a hacer eco durante la Edad Dorada ocurrida durante el reinado de Crono, en el que no se conocía ni la guerra, ni el trabajo, ni la vejez, ni la enfermedad, toda necesidad es satisfecha y no hay razón para que surja ningún conflicto. Del Caos proviene el Orden. La guerra, desolación y muerte siempre precederán el Equilibrio y el Balance. Y solo los mas fuertes serán dignos de el.
-Anonimo. Extracto del escrito "Prologo al Caos".
El sonido de las alarmas lo siguió todo el trayecto.
Se había quedado dormido después de hacer la patrulla de la tarde y el dolor de sus pies lo obligo a tomar asiento por un momento. No se dio cuenta cuando cayo dormido con el uniforme puesto.
Despertó ante el horrible sonido de emergencia entonado por los altavoces del pasillo comunal de las barracas. Noto que estaba solo en su sección, tres de las cuatro camas estaban vacías. Eso no era bueno.
Se preparo lo mas rápido que pudo mientras escuchaba el mensaje enviado por toda la base en bucle.
"ADVERTENCIA AL PERSONAL INSURGENTE. LA BASE A SIDO INVADIDA POR FUERZAS ENEMIGAS. TOMEN SUS POSICIONES DE COMBATE."
La adrenalina corría por su cuerpo. Apenas se había unido a la Insurgencia hace unos meses y se las había ingeniado para mantenerse al margen de cualquier peligro. Era un decente soldado y era mucho mas útil cuando asistía al personal, pero esto era diferente. Esto estaba pasando. Aquí y ahora.
Al llegar al cruce que terminaba al final del pasillo se detuvo. Tomo aire y empezó a pensar.
Si no había nadie en las barracas eso solo significaba que todo el personal que no estaba en turno salió al encuentro de las fuerzas enemigas. Era un poco extraño que no dejaran reservas, a menos que gran parte del personal aun estuviera en su entrenamiento. Lo que probablemente indicaba que fueron los primeros en ver venir al enemigo, pero si no hubo llamada de alerta hasta que estuvieran en la puerta ¿Significaba que los habían atacado por sorpresa y eliminado?
Incluso si fuera así no podrían haberlos matado a todos o avanzado sin que la fuerza enemiga perdiera un gran numero de miembros. Aunque ahora que lo pensaba nunca antes habrían llegado tan cerca de la base, mucho menos ingresar en ella. De repente empezó a sentir el pánico tomándolo, no ayudaba que no viera a ningún guardia de seguridad en las cercanías.
Finalmente escucho algunos disparos. De una carabina. Y las que disparaban de vuelta sonaban como algo que no había escuchado desde sus años en el ejercito: Una kalashnikov. Y una pesada y de gran calibre.
Pero no fueron los disparos los que lo pusieron en alerta y nervioso. Eran los rugidos, acompañados de los gritos amortiguados de dolor. Pronto hubo menos sonidos de disparos de carabinas y mas gritos. Luego silencio. Y luego el sonido de algo… masticando.
Sin pensarlo mas se dirigió al lado opuesto de donde escucho el ruido. Corrió hasta llegar al pasillo que conectaba con la Sección F y de ahí hasta llegar a la puerta de entrada del edifico de preparación táctica, o como los soldados lo conocían, el salón de guerra. Mientras corría, pudo ver por la esquina de su visión varias refriegas ocurriendo a lo lejos, decenas de soldados avanzando al encuentro del enemigo, algunos ya disparando mucho antes de llegar.
Entonces se percato de algo: No deberían de estar tan cerca. El había asumido que los invasores habían llegado desde la entrada principal, pero para haber alcanzado esta sección tan rápido solo significaba que habían ingresado desde otro ángulo, posiblemente irrumpiendo por una de las paredes amuralladas.
Solo había una forma de confirmar sus sospechas.
Decidió desviarse por el pasillo y subió hacia el primer nivel del edificio y de ahí paso por el corredor que se conectaba al edificio adjunto. De ahí simplemente empezó a dar vueltas y bajar por pisos hasta encontrar el cuarto que buscaba.
Tenían razón en el entrenamiento: No estirarse antes de una caminata te jode bastante mal. Si mencionar que ya se le estaba agotado su segundo aire. Aun no había sido formalmente escogido para ser parte de un Equipo Especial o al menos un Equipo de Escolta y hasta entonces no le darían acceso a ningún equipo anómalo. Bien le haría ahora tener alguna de esas jodidas mascaras de gas fantasma o como se llamen.
Finalmente llego al primer piso, recorriendo un largo pasillo con un techo alto solo alumbrado por unas cuantas luces amarillentas puestas a intervalos, dejando grandes espacios entre ellas. De un lado se encontraba la puerta hacia la Sala de Cámaras de Seguridad del lado norte.
Justo cuando pensaba en si era probable que la sala aun no estuviera abandonada vio a uno de los miembros de seguridad salir del cuarto corriendo, dirigiéndose justo por donde el venia.
Sus miradas se encontraron justo cuando un apéndice en forma de cuerno o espina le traspaso el pecho haciéndolo explotar. Mientras el guardia abría la boca para dejar salir un mar de sangre si fin, su cuerpo fue levantado por el brazo-apéndice de su asesino, aun empalado en su cuerpo.
El sujeto frente a el no podía ser humano. Parecía un hombre, pero al mismo emulaba algo que quería aparentar ser uno. Era calvo, alto -muy jodidamente alto-, no llevaba camisa, mostrando un cuerpo exageradamente musculoso con partes donde se confundían los músculos con protuberancias cancerígenas y otros donde se podía incluso ver el musculo descarnado. La mitad del cuerpo donde estaba del brazo-pua era la que mostraba mas de esto con un crecimiento del la masa así como varias venas rojizas que lo rodeaban. Gran parte del cuerpo estaba cubierto en tatuajes.
El gigante movió su apéndice en un giro de cuerpo y mando volando el lánguido cuerpo del guardia muerto hasta que este se estrello en la pared. El soldado pudo escuchar el sonido húmedo de la cabeza golpeando el muro con gran fuerza.
Finalmente la cosa-hombre presto atención a el soldado. Este pudo ver su rostro y sus duros rasgos, sus ojos teñidos de rojo con irises de gato, su boca llena de dientes de lobo, dientes de leopardo, dientes de jabalí, de murciélago…todos sonriéndole a el.
-"Ты не убежишь?"
El soldado se quedo petrificado. Su arma estaba en sus manos, pero no parecía capaz de levantarla. Sentía como sudaba frio por todo su cuerpo y el hedor a sangre le estaba provocando arcadas.
Escucho un ruido y pronto vio a otros dos sujetos aparecer detrás de el monstruo. Uno estaba sin camisa como el, rapado y con tatuajes, con sangre fresca embarrando ambos brazos y boca. El otro llevaba una chaqueta sin camisa y llevaba una ametralladora pecheneg. Esa cosa debía pesar como el carajo pero el la cargaba con una sola mano.
-"Эй, Лука, а кто этот малыш?" - Pregunto el de la chaqueta.
-"Десерт…" - Contesto el monstruo haciendo reír a los otros dos.
El soldado apunto con demasiada anticipación y antes de que pudiera jalar el gatillo vio como la punta de su metralladora volaba en el aire al ser cortada de un tajo por la pua-brazo del monstruo.
-"я думаю, вот и все…" - Dijo la cosa que camina hacia delante de el. El pantalón roído no le permitía ver sus pies pero pudo escuchar el sonido que hacia al avanzar, como el de cascos de un caballo o cabra.
-"Не волнуйся, я просто засуну тебе все в задницу."
El soldado no trato de hacer nada mas. En el tiempo que intentara dar la vuelta para correr seria partido a la mitad, lo mismo pasaría si intentaba alcanzar su arma de su pistolera. Solo se rindió y dejo que pasara.
Fue tan rápido que el sonido de sus patas al correr por el suelo le llegaron a ellos después de que hubiera saltado. Al monstruo le tomo un momento analizar el dolor provocado por las mandíbulas que el gran perro negro le estaban dando a la parte trasera de su cuello.
El soldado salió de su estado catatónico solo para ver como el monstruo luchaba por sacarse a la bestia negra de encima de el, la cual se aferraba con mandíbulas de acero a su cuello, así como sus enormes garras se clavaban en sus hombros. La cosa trato de usar su espina, la cual había crecido un poco mas, pero sin importar cuanto la abanicara, era incapaz de alcanzarlo.
-"ДЕРЬМО!!"
El monstruo entonces bajo los brazos y se puso inmóvil. Justo en ese momento el perro negro salto de su espalda, salvándose solo medio segundo antes de ser perforado por las múltiples espinas de hueso que salían de la espalda de la creatura.
El de la chaqueta, quien junto a su compañero se habían quedado viendo todo el espectáculo, levanto su ametralladora hacia el perro ahora que ya no estaba encima de su compañero. Con una sonrisa en el rostro empezó a hablar dirigiéndose al perro. Las palabras jamás abandonaron su boca cuando su cabeza exploto en miles de fragmentos de carne y hueso.
El monstruo y su compañero voltearon hacia el pasillo para ver a un sujeto en traje de combate agarrando un arma que parecía sacada de una película de ciencia ficción.
-"Huh… así que eso hace." - Dijo el hombre quien desecho el arma, que ahora parecía estarse derritiendo, y tomo su propia ametralladora apache que colgaba de su hombro. - "Como sea…igual no me gusta mucho usar estas mierdas." - y sin mas empezó a disparar.
El soldado apenas tuvo tiempo para lanzarse al suelo y cubrirse con su manos mientras escuchaba las balas golpear la piedra del muro, el acero de los soportes y la carne de los intrusos. Vio por un ángulo de su visión una forma borrosa moverse mas rápido de lo que su vista era capa de seguirla, que estaba seguro era el perro de hace un momento.
Desde el suelo vio cuando el sujeto dejo de disparar y empezó a buscar en su cinturón, posiblemente por mas balas. Aprovechando ese momento el amigo del monstruo con la sangre en su boca empezó a moverse, pese a estar sangrando por cientos de heridas de bala en su pecho, brazos y piernas.
Como estaba dándole la espalda al soldado este no pudo verle sacar una doble hilera de dientes de tiburón de su boca, pero si vio como le surgían dos apéndices de sus muñecas en forma de cuchilla hechas de hueso y cerámica. Corrió hacia su atacante gritando con una voz mas animal que de hombre.
El hombre con el apache no se inmuto mientras descolgaba de su cinturón una granada en forma de tubo, tiraba de su seguro y la lanzaba frente al sujeto. Un destello de luz surgió en donde esta había caído dejando prácticamente ciego a la bestia humana que corría, haciéndolo tropezar y caer de lleno al suelo.
El hombre del apache, Rivera - el soldado por fin lo había reconocido - se acerco a al hombre para descargarle la nueva carga que le había puesto a su arma. Al siguiente instante una forma negra fue lanzada hacia el, arrojándolo y haciéndose que se golpeara de espaldas a la pared de al lado.
-"¡Hijo de tu puta madre!" - grito Rivera, sujetándose su brazo derecho que ahora estaba lastimado. -"¿Estas bien chico?" - Le pregunto a Fritz, quien había sido lanzado hacia el con una fuerza descomunal y ya se había levantado. -"¿Que paso? ¿Te agarro? Te estas poniendo lento" - le dijo con una sonrisa, a lo que el perro le contesto con un ladrido sordo, luego se volvió gruñendo hacia el monstruo que lo había arrojado.
Si antes el ruso parecía un monstruo ahora parecía una parodia de una persona. Todo su cuerpo estaba lleno de espinas de hueso astilladas, su piel estaba adquiriendo un aspecto rojizo, con venas rojas y azules surgiendo de sus ahora obscenamente grandes músculos. El brazo-apéndice ahora parecía una cuchilla carmesí hecha de tibia. El rostro era apenas era visible entre los enormes hombros siendo solo distinguible por la enorme boca cuya mandíbula desencajada mostraba hileras de dientes de varios animales.
El soldado se quedo en el suelo mirando esa cosa, tratando de entender como podía existir. Mientras lo hacia, Rivera trataba de quitarse el guante del brazo que aun no estaba herido. El monstruo se acerco con pasos titánicos hacia Rivera y Fritz, levantando su brazo en forma de cuchillas amenazadoramente hacia ellos.
-"Das vidanya."
Un disparo se oyó y un proyectil brillante golpeo el brazo-cuchilla del ruso. Casi al instante su brazo empezó a convertirse en un cristal de color verdoso que empezaba a expandirse desde el punto donde la bala le había herido avanzando hacia el hombro y cubriendo ya por completo su cuchilla.
Sin perder tiempo el monstruo tomo el brazo de cristal con su otra mano desde el hombro y tiro. Hueso y tendón fueron desgarrados mientras arrancaba su brazo de cristal y lo arrojaba hacia el final del pasillo donde exploto en una lluvia brillante.
El monstruo empezó ya casi al instante hacerse crecer un nuevo brazo, cuando miro hacia abajo. Rivera estaba frente a el tocándolo con su mano desnuda.
-"Fin del viaje grandote."
El soldado vio con asombro como el monstruo empezaba a perder masa, volviéndose mas pequeño, con los músculos encogiéndose como globos que se desinflaban, y las espinas de hueso cayendo de su espalda en pedazos, así como todo el resto de piel y tejido que estaba de sobra. Pronto el rostro del sujeto, junto con el resto del cuerpo, dejaron de tener esa textura hinchada y roja, con sus dientes bestiales siendo lo ultimo que empezó a caérsele.
-"Что… что… как это…" - y fue lo ultimo que se escucho de el.
Rivera entonces pateo con fuerza la rodilla izquierda del ruso haciéndola crujir satisfactoriamente. Este se doblo hasta que su cabeza estuvo a la altura de la de Rivera. Al final del día Rivera era solo otro Mexicano de altura promedio y nada iba a cambiar que el tipo frente a el ya le doblaba la altura sin necesidad de ser anómalo. Rivera tiro de la cabeza hasta tenerla entre sus brazos y giro hasta que la columna cedió en un estallido de nervios.
Soltó el cuerpo del gigante y el monstruo finalmente cayo.
-"No todos los días tienes asiento de primera fila para ver este tipo de espectáculo ¿No es así muchacho?" - Dijo una voz que no reflejaba ninguna clase de genero.
El soldado volteo hacia el hombre sin rostro en traje que le había hablado. Sostenía una pequeña pistola ornamentada que reflejaba la luz de las lamparas.
Rivera tomo su arma del suelo mientras Fritz se acercaba a el, quien lo recibió rascándole detrás de las orejas. Se dirigió al soldado en el suelo y le tendió el brazo herido. Este inmediatamente lo tomo, sorprendiéndose de lo firma que era su agarre pese a estar lastimado. Luego Rivera volteo hacia Doppel.
-"Gracias supongo."
-"Para ser franco, no tenia idea de que iba a hacer esa cosa. Solo apunte al brazo y dispare."
-"Igual me dio la ventana de tiempo que necesitaba para acercármele." - Contesto Rivera quien empezó a revisar cuantas cargas le quedaban.
-"Fue buen idea pasar por la impresora por armas, aunque algunas parecen de un solo uso."
-"Esta bien para mi. Creo que ya terminamos aquí."
-"Aun no en realidad." - Dijo el hombre sin rostro mientras sacaba una navaja de su bolsillo y se dirigía al cuerpo del sujeto sin cabeza.
-"Ah… claro." - Contesto Rivera sacando su propio cuchillo de combate y dirigiéndose al cuerpo del otro tipo al que había llenado de hoyos.
Doppel se arrodillo frente al cuerpo y empezó a cortar con delicadeza el pecho expuesto del tipo, haciendo una incisión en forma de Y como lo hacían el la escuela de medicina. Por su parte Rivera clavo sin mas su cuchilla en el esófago del sujeto y abrió de abajo hacia arriba.
Pronto Doppel encontró lo que buscaba. El soldado miro por encima del hombro de Doppel para ver a un enorme gusano blanco con grandes mandíbulas de insecto bifurcadas que se movía en espasmo chillando dentro del pecho abierto del hombre muerto. El Akuloth de los sarkicos.
Doppel entonces tomo el gusano sin mostrar ninguna clase de repulsión - claro que no había manera de saber eso - y le corto la cabeza de un tajo con su navaja. Rivera también ya había sacado el gusano de su cuerpo y lo arrojo en el aire donde fue atrapado por las mandíbulas de Frizt quien lo sacudió de un lado a otro hasta que este termino hecho una pulpa sangrienta.
-"Con este no tiene sentido molestarse en abrirlo" - Dijo Doppel dirigiéndose al cuerpo del monstruoso gigante muerto. - "estos tienen al menos tres o cuatro dentro de su cuerpo. Es mas fácil de esta manera." - y acto seguido saco un pequeña cantimplora, la desenrosco y arrojo el liquido de su interior encima del cuerpo hasta empaparlo por completo. Luego encendió un encendedor que traía y prendio. El cuerpo ardió rápido y mientras lo hacia el soldado vio como hasta tres gusanos blancos surgieron del cuerpo del gigante solo para terminar quemándose mas rápido.
Rivera finalmente se acerco, esta vez con un cigarrillo en la boca que Doppel le encendió sin decir una palabra.
-"Doppel…se honesto…¿Qué piensas de esta situación?"
-"¿La palabra "jodida" te suena familiar?"
-"Tan mal ¿eh?"
-"Fue un ataque por dos flancos y sin aviso. Ya viste la situación por las cámaras de vigilancia, los bastardos definitivamente nos han estado observando por mucho tiempo, esperando el momento indicado. Se aprovecharon de la baja en defensas que tuvimos después del ataque de hace meses atrás. Y no solo eso."
Doppel se acerco al cuerpo decapitado de nuevo.
-"¿Ves esos tatuajes?"
-"¿Sarkicos no?"
-"Algunos, si, pero la mayoría son tatuajes de presos rusos. Dicen toda su historia: Este es un asesino, pedófilo y traficante de blancas. El otro al parecer era igual además de ser un ex policía. Pero lo interesante es que también dicen de que familia pertenecen." - Dijo mientras apuntaba a las varias imágenes de cruces, chicas desnudas, cráneos y torres negras que se mostraban en la piel del sujeto - "Orden de Ronova, Gradinaru Bratva, El Círculo de los Hermanos" - Luego apunto al cuerpo del monstruo - "Y ese grandote, que estoy seguro es un PdI, parece que perteneció tanto al Orekhovskaya como a la Solntsevskaya." - Finalizo dando un sorbo de su cantimplora con una boca que no estaba ahí.
-"El Refugio nos esta enviado lo mejor que tiene. Me siento alagado."
-"No están tomando prisioneros, eso es seguro. Y parece que tampoco estan buscando anomalías especificas."
-"Sin cuartel." - Dijo Rivera escupiendo en el suelo.
-"¿Y el Comando Delta?"
-"Hay un protocolo para este tipo de cosas. Ya deben de estar dentro de esa dimensión de bolsillo a la que solo ellos pueden accesar. La Base debajo de la Base-7. Pero no lo escuchaste de mi."
-"¿Y las ordenes?"
-"Las recibe el Comando Central y las pasa a resto del personal. Y por el momento es la misma desde que esto comenzó: sobrevivir y esperar los refuerzos. Los que no llegaran tan rápido ya que los hijos de puta pusieron una barrera taumaturgica alrededor de la base, así que la translocación no es una opción."
-"Lastima. Realmente quería ver a nuestro Nazi favorito en acción. Ya se que ya no es solo un aburrido fascista mas y es ahora solo un fanático de ese ángel metálico o lo que sea, pero asumo que hay algo de esa sed de sangre comunista en el…y tomando en cuenta que algunas de estas bestias son mucho mas antiguos que el Kremlin…"
-"Pareces saber bástante de estos tipos…" - Dijo Rivera quien finalmente colgó su arma en su hombro.
-"La GRU se ocupo de los Sarkicos mucho antes de que si quiera la Fundación o la COG supiera de su existencia. No son tan antiguos como los del Dogma del Dios Descompuesto pero son igual de peligrosos si se les da la oportunidad. Diablos, algunos de ellos incluso fueron usados en el Proyecto Super Spetsnaz del cual yo forme parte."
-"Bueno…no tiene sentido seguir discutiéndolo: Tenemos que llegar a la Oficinas de los Directores y de ahí dirigir al resto del personal para un contrataque. Conociendo a Dimitri ya debe haber cerrado las entradas principales y ordenado mover las anomalías de mayor importancia y otras para su uso."
-"Rekrut y Hawk están en la Base-13 y llegaran tarde a la fiesta. Destiny esta con Zaragoza. OSI sigue encerrado, Nautius y Gaius ya empezaron a pelear y Hat aun esta en mision en Argentina aunque escuche que iba a volver esta noche…Y no tengo ni una maldita idea de que le paso a Xerox."
-"Nadie sabe." - Termino diciendo finalmente Rivera quien se volteo hacia el soldado.
-"¿Cual es tu nombre cabo?"
-"Yo…oficial Hernández, segundo pelotón." - Dijo, un poco mas rápido de lo que hubiera querido.
-"Bueno, nosotros vinimos a ver las cámaras de vigilancia, pero creo que ahora nos podrás devolver el favor por haberte salvado el culo." - le dijo Rivera mientras le daba una radio portátil. -"Canal dos. Ahora eres nuestros ojos."
-"Si. ¡Si señor!" - Respondió Hernández sabiendo a que se refería.
-"Y toma también esto." - Dijo Doppel - "Es una tarjeta de Acceso Negra para clases Gamma. Solo por si acaso."
-"Si, gracias señor."
Sin mas que decir Rivera y Doppel salieron del lugar seguidos de Fritz.
-"Aun no puedo creer lo que tuviste que hacer para quitarle eso a Eyzy." - Menciono Rivera mientras se iban.
-"Nada que un par de grandes tetas de tu favorita estrella porno rusa no puedan hacer. Es culpa del buen doctor por dejar sus revistas para que todos la vean." - Respondió Doppel con orgullo.
Hernández, el soldado, y ahora los ojos de los Agentes de Corvus se quedo un momento en el pasillo e ignorando el olor a sangre y humo se dirigió a la sala de cámaras de seguridad.
Ahí se dio cuenta de que tan grande era el asunto. Donde volteara habían enfrentamientos sin fin. Todos el personal de la Insurgencia, soldados, guardias, agentes, comandantes y operativos, todos luchaban ante la amenaza que había llegado a su puerta.
Y el estaba en primera fila para presenciarlo todo.
Tan ocupado estaba que no noto la figura que cruzo por la puerta de la sala y se dirigió por el mismo pasillo que el había llegado.
Todos tenían una misión que cumplir, incluyéndola a ella.
« Desde Rusia con Odio | Bitacora de la Persona de Interes 113 »