Parte I, Dr. Dimitri Lambda.
La helades se podía sentir a lo largo de toda la instalacion. En aquel lugar difícilmente podría saber si era por el clima o por el sistema de ventilación, de todas formas no importaba porque todos mis sentidos se desviaban hacia ese exquisito vapor caliente del café tostado. No importaba nada mas en aquel momento por lo que decidí disfrutar de ese pequeño instante acompañado de un cigarrillo.
Mientras prendía el cigarrillo y observaba a través de aquel vidrio-reflector a ese tipo, que increíblemente no se había movido ni un centímetro durante los últimos 15 minutos, me preguntaba cuanto tiempo mas seguiría ahí.
La habitación en donde se encontraba estaba compuesta simplemente por un escritorio y dos sillas mientras una la luz tenue alumbraba unicamente la mesa y una parte del sujeto encadenado a la silla. Y para finalizar el tétrico color blanco de la habitación daba el golpe de suerte, nadie absolutamente cuerdo podría pasar mas de 5 minutos ahí dentro, incluso para mi me resultaba incomodo entrar. Todo gracias a el jodido proyecto de "Tortura Blanca". No se a quien se le habrá ocurrido.
No dude ni un segundo y tome un sorbo de mi café, me acerque lentamente hacia el espejo y le susurre al técnico a mi lado.
- "Sube las luces de la sala lentamente. Luego apágala y préndelas al maximo."
Quería sacarlo de su rutina inamovible y mientras las luces cambiaba y la concentración se apoderaba de mi, buscaba un movimiento, solo uno. Sin embargo, el cabron permaneció inmóvil.
Sin mas remedio le di una bocanada a mi cigarrillo y me concentre durante un breve segundo hasta que logre observar como movía su ojo hacia su rabillo y miraba hacia el vidrio en donde estábamos. Exhale el humo y dije con animo:
- "¡BIEN! ¡Empecemos!"
Entre a la habitación lentamente y con calma, no habia apuro. Llege hasta el escritorio y me posicione frente de el, mirandolo fijamente; el tipo miraba hacia la nada misma con la vista perdida. Me mantuve de pie y firme frente al escritorio, tomando un poco de mi café. Sin respuesta alguna tosi para hacer notar mi presencia. Igualmente se mantuvo inamovible. Creo que tendré que usar algo mas persuasivo.
Tome la silla del respaldar y le di una vuelta para que quedara ladeada, y a decir verdad el sonido de la silla hizo más ruido de lo normal, pero fue suficiente para que el tipo diera un pequeño salto.
- "Discúlpame, no volverá a suceder."
Lo única muestra de vida que demostró fue ese impulso involuntario. Sin embargo, necesitaba algo mas. Apoye mi brazo derecho en mi respaldar y prendi otro cigarrillo, no sin antes sacar otro. Tome la cajetilla y la deje caer con la suficiente fuerza para que sonara. El Agente esta vez dirigió su vista rápidamente hacia el sonido. Al parecer el tipo estaba atento y quizás algo nervioso.
Sostuve el segundo cigarrillo en frente de el. Finalmente en medio del total silencio y luego de un par de bocanadas me dirigi amablemente.
- "Anda toma uno y relájate un rato, no vengo con malas intenciones. Traigo buenas noticias."
- "…bien…creo que necesito uno…"
- "Yo te hago el favor" - le prendo el cigarrillo, mientras manteniendo contacto visual, sin embargo el no fue capaz de mantener mi mirada.
No había ganado mucho, sin embargo el cigarrillo serviría como una excelente puerta de entrada. Me puse de pie y empece a deambular por la habitación mientras me dirigia a el con un característico tono amable.
- "Bien, un amigo mío no muy cercano me indico que tendras una oportunidad única…una oportunidad que con calma y disposición nos ayudara a ambos, ¿entiendes? Si tu me ayudas, yo te doy lo que tu quieres."
Pude observar a través del espejo reflector que el tipo, a pesar de hacerme caso omiso, me mantuvo la vista encima cada segundo como si quisiera partirme a golpes en ese mismo momento. No estaba cooperando y debía usar algo mas efectivo. Por suerte aun tenia un as bajo la manga. Decidi acércame aun mas y entrar en su zona de confort, me dirigi hacia su costado y puse mi mano en su sección lumbar como signo de confianza, finalmente di un sorbo a mi café y le ofrecí un poco.
- "Si quieres te lo doy, yo ya he tomado mucho. El café puedo ayudar a relajarte a pesar de su aparente efecto."
El Agente intento mover sus manos encadenadas, sin embargo, al descubrir cuan limitado estaba sus movimientos por esra, simplemente hizo un sonido de resignación proveniente de su tráquea como si se frenara a hablar.
- "A lo que voy. Hice un par de llamadas y me costaron un par de favores pero me concedieron permiso para que hables con tu familia. Pero primero lo primero. Prometo soltarte las cadenas, darte este café y que compartamos un cigarrillo si a cambio prometes hablar un poco."
- "…bien…"
Ya habían pasado mas de cinco minutos y no había hablado mas que tres palabras, debía probar algo mas conciso y las opciones se acababan. Desate sus esposas y procedi a guardarlas. Finalmente me volvi a sentar y comence la verdadera entrevista.
- "Me presento, soy Dimitri Lambda y supongo que ya sabrás quien soy."
- "…si eres de Corvus…vienes a intentar hacerme cooperar…"
- "Si pero…claro que soy de Corvus pero quiero que comprendas que las cosas que han pasado pueden cambiar si tu colaboras con nosotros te lo puedo asegurar personalmente, incluso yo me siento igual de nervioso que tu dentro de esta habitación" - en ese momento retire un par de cigarrillos y le cedi uno al Agente.
- "…primero…necesito saber si están vivos."
- "Eso si te lo puedo asegurar."
- "Mentira…¡MIENTES!"
- "Tranquilo. Comprendo tu situación pero por favor recuerda lo que hablamos."
El Agente da un suspiro y se calma considerablemente.
- "Necesito hablar con ellos antes de empezar a acordar términos."
Me encontraba en una situación muy particular, el tipo sabia jugar sus cartas. Y yo las mías. Sin embargo debía recordar porque estaba aquí, no por misericordia. Por deber.
- "Hablaras con ellos pero hay un pequeña condición…"
- "¡No!…nada de condiciones, solo necesito hablar con ellos…"
- "Bien si es lo que tanto quieres lo tendrás pero solo recuerda no hablar de esto…"
Voy por un móvil y marco el numero de la suerte. Mientras marcaba, el timbre se hacia cada vez mas largo e indefinido, todo dependía de que contestara. Volvio a sonar y me preguntaba ¿abre llamado en un momento incorrecto?.
Finalmente el timbre deja de sonar y escucho una dulce voz femenina desde el otro lado de la línea.
- "¿Hola?"
Y sin más le pasó el celular al Agente.
- "Espero que la dulce charla te haya ayudado a despejar la mente. Ahora, recuerda que estoy dispuesto a ayudarte a que logres hablar con tu familia cada mes, y que tengas una mejor condición de vida por tu servicio a Corvus."
- "¿Como me aseguras que sera asi? no hay forma en que personas como tu puedan cumplir su palabra…ya lo he visto y vivido antes."
- "Mientras cooperes te aseguro que tu familia estará bien y que tendrás un par de comodidades como una habitación para ti solo…"
- "…no lo se…mientes…"
- "Debes comprender, que el mundo que conocías ya no existe. Hay algo que tu aun no entiendes. Hay personas que realmente te harán sufrir. Debes comprender, hasta que punto crees tu que todo esto ha sido en vano, hasta que punto ellos dependen de ti."
Como el dependía de ellos, de su familia. Realmente me revolvía el estomago pensar en como aquel hombre se mantenía aun cuerdo incluso ante todas estas adversidades. Me hacia sentir culpable en cierto sentido. Pero me tocaba dejar la ultima ficha en el campo antes de que todo esto terminara.
- "Se que han sido muchas noticias y que difícilmente me puedes creer pero te dejare mi tarjeta, si cambias de opinión, di en voz alta lo que dice y yo asistiré a cumplir mi palabra."
¿Que tenia de especial aquella tarjeta? la verdad es que casi nada, simplemente si se recitaba la palabra correcta se activaría el GPS y significaría que OSI esta dispuesto a cooperar.
La palabra era "Corvus Ocultus".
Parte II, Agente OSI
Nuevamente me encontraba esposado a en una la típica sala de interrogación. Blanca como de costumbre. Realmente no sabia el porque de esta ocasión pero para decir verdad aquella habitación oscura no demostraba mas que la verdadera naturaleza de estos cabrones burócratas. Debo concentrarme. Sientos los datos, su energía pero no logro verlo del todo. Como la luz tenue sobre mi.
A pesar del sentimiento de soledad que me ocasionaba las interminables sesiones en la habitación blanca, esta vez había algo distinto: lograba sentir un leve cosquilleo en mi cuerpo, sabia que significaba pero lo ignoraba. Aquellas ganas de enviar todo a la mierda, aquel usual temblor que se tornaba cada dia mayor. Pero ese cosquilleo continuaba, esta vez era diferente. Ya no se que creer; en este lugar no me quedaba mas que ese cosquilleo y la esperanza de volver a verlos.
Finalmente siento un cosquilleo aun mayor seguido de un cambio en las luces. Estas se encienden hasta mas no poder. Su primer error y mi primer descubrimiento. Mantenían control sobre cada operación en el interior de las instalaciones, incluso el sistema eléctrico. Durante los primeros 15 minutos los fallo serian ideales para fugarme, sin embargo los problemas surgirían cuando aquellos errores se notifiquen y ellos caigan sobre mi en menos de lo que podría sospechar. Debía de pensar como apagar las luces e irme a la fuga.
Para eso debía hacer tiempo, a pesar de no saber ni que hora era. Aunque pronto lo sabría.
Me concentro y vuelvo a sentir, como en los viejos tiempos, cuando mis ojos no eran la única forma de ver. Luego de un par de intentos sin mayor resultado, simplemente decido mirar hacia el verdadero origen del cosquilleo.
Simplemente logro observar mi triste reflejo en aquella palidezca habitación reflejada en aquel…¿cristal?…pero porque…si, definitivamente. Ahí están.
Realmente fue asi, no pasaron mas de cinco minutos y la habitación se abrió, justo por aquella bien asegurada puerta, que funcionaba a base de tarjetas, entro un obstinado cabron algo desprolijo pero con la frente en alto y una sonrisa en su boca. Solo necesito tiempo, debo buscar algún agujero en su seguridad. Apagar las luces y quitarle su tarjeta.
Perdido en un trance de informacion, levemente puedo distinguir que este cabron esta enfrente de mi tociendo y bebiendo su café en su fallido intento para llamar mi atención. Solo necesito tiempo y lo tendré.
Siento como un pequeño hormigeo se empieza a apoderar de cada centímetro de mi cuerpo. Normalmente entraría en panico, sin embargo no había tiempo para volver atrás. Su sistema de seguridad caería fácilmente contra infalibles técnicas de hackeo, aunque el mayor problema seria infectar aquella computadora que grababa cada cosa que pasaba dentro de esta habitación.
En ese instante de plena concentración siento un estruendo metalico que rechina con eco hacia mis oídos, mi cuerpo por un segundo pensó en saltar pero a cada segundo que pasaba buscando datos, mi cuerpo se adormecia aun mas. Sin embargo aquel sonido fue suficientemente fuerte para que se interrumpiera mi consciencia y volviera a aquella estúpida habitación junto a un cabron que no sabe sentarse.
El peligro que ocasiona una interrupción de aquel tipo podrían fácilmente ocasionarme problemas mentales severos. Pero no tan graves como los que sufria aquel tipo con su silla. Finalmente se disculpo pero antes de intentar insultarlo, me tome un breve instante para digerir la cantidad de datos inservibles que había obtenido luego de un pequeño viaje.
Una vez tranquilo, empiezo nuevamente a pensar en como entrar a aquella red, mas bien, como llegaría hacia aquel portátil. Todo pensamiento fue completamente difuminado de mente luego de sentír aquel asqueroso pero reconfortante olor a tabaco quemado. Cuando empiezo a tomar consciencia de la prolongada concentración que había sufrido, percibo el peligro. Observo y analizo su origen y nuevamente pienso "¿No había alguien mas calificado?" No importaba, el dolor de cabeza que me causaba navegar por una enorme red de datos me llevaba a pensar seriamente en pedirle uno de sus cigarrillo. Pero recuerdo como cada miembro y ser humano que he visto últimamente lucha por una causa incorrecta con medios equivocados.
El me ofrece un cigarrillo con una falsa sonrisa en su cara. Algo para relajarme antes de volver entrar a la red, como un fantasma. El cree que cooperare, sin embargo un cigarrillo no demostraría que su verdadera naturaleza…primero debida ser puesto a prueba y eso me llevaría un buen tiempo…y esto ultimo podría conseguirlo si cooperaba, me costaba admitir la puta realidad pero debida hacerlo si quería mantenerme con vida. Sin embargo no impediría que siguiera siendo cauteloso…finalmente respondo con aun bastantes dudas en mis pensamientos
- "…bien…creo que nesecito uno…"
Mientras prendia el cigarrillo el cabron me observaba sin parar, algo buscaba y lo sabia con exactitud. Por esa misma razón debida evadir todo lo posible el contacto visual. Las ventanas del alma enseñarían mi debilidad.
- "Bien, un amigo mío no muy cercano me indico que tendrías una oportunidad única…"
Solo eran mentiras. El sabe muy bien a lo que se enfrenta. Y nuevamente estaba ahí dando vueltas por la habitación manteniendo la atención fija en mi. Se que algo buscaba pero no se que. Sin embargo el sentimiento de inseguridad aun continuaba y sabia muy bien el porque…personas como el no son de fiar.
El tipo se acerca y bebe su café, lleva su mano hacia mi espalda y dice:
- "Si quieres te lo doy, yo ya he tomado mucho. El café puedo ayudarte a relajarte a pesar de su aparente efecto."
¿Es una puta broma? ¡¿estoy esposado como quieres que lo tome?!
…
Sin embargo a pesar de odiarlo aun me resultaba extraño que había sido la única persona que no buscaba torturarme o hacerme hablar a la fuerza luego de un largo tiempo. En ese preciso instante decidio continuar a lo que iba…al fin.
- "A lo que voy. Hice un par de llamadas y me costaron un par de favores pero me concedieron permiso para que hables con tu familia. Pero primero lo primero. Prometo soltarte las cadenas, darte este café y que compartamos un cigarrillo si a cambio prometes hablar un poco."
Este cabron sabia con exactitud lo que pasaría si me dejaba pensar por mucho tiempo. Todo sentimiento se desvanecio y tan solo conservaba mi plena consciencia en el mundo real nuevamente. Lamentaba cada segundo en que ese cabron hablaba de mi familia. Sin embargo eran las mismas falsas ideas de siempre. No debía confiar, pero debía hablar con el, necesitaba saber cuanto mas sabia sobre mi familia, necesitaba saber si estaban bien y debia hacer el tiempo suficiente. Asi que, como si fuera obligado, respondi dubitativamente.
- "…bien…"
El tipo me desencadeno y se sento nuevamente frente a mi, esta vez tomo una postura un poco mas ergida y su tono de su voz se volvió drásticamente mas grave.
- "Me presento, soy Dimitri Lambda y supongo que ya sabrás quien soy."
Comencé a sentir un cosquilleo continuo desde el otro lado del cristal, eran buenas y malas noticias.
Las malas es que la entrevista realmente acaba de comenzar y el que el video de esta entrevista se encontraba siendo transmitido hacia la computadora por lo que cuando terminara lo mas seguro es que harian una transcripción escrita. Eran unos perezoso por lo que lo mas seguro era que lo imprimieran. Esa seria mi única oportunidad.
Debía concentrarme y hacer que esto terminara lo antes posible, así que respondi a su pregunta y lo dejo al tanto sobre mi conocimiento de esta entrevista.
- "…si, eres de Corvus…vienes a intentar hacerme cooperar…"
Dimitri levanto una ceja e hizo una mueca, lo había descubierto y ambos sabíamos que sus trucos ya no servirían. Seguido de eso tomo aire y respondio.
- "Si pero…claro que soy de Corvus pero quiero que comprendas que las cosas que han pasado pueden cambiar si tu colaboras con nosotros te lo puedo asegurar personalmente, incluso yo me siento igual de nervioso que tu dentro de esta habitación."
En ese momento me cedió otro cigarrillo.
Mientras demostraba su intranquilidad fumando pensaba hasta que punto lo que decía era verdad. Todas las personas antes de el ya lo habían intentado y todos habían fracasado. Tome una bocanada de mi cigarrillo y despeje mi mente. Finalmente decido ir por una apuesta mayor.
- "…primero…necesito saber si están vivos."
El tipo no se tomo el tiempo ni para pensar y respondió con total seguridad.
- "Eso si te lo puedo asegurar."
Aquella respuesta tan rápida lograba que una bruma de pensamientos y sentimientos se apoderaban de mi, una pisca de esperanza volvió a mi. Ya habían jugado asi antes y lo volverían hacer con tal de hacerme cooperar. No podría aceptar ese tipo de insolencias por lo que decidí gritar y argumentar en contra de aquella falsedad.
- "Mentira…¡MIENTES!"
Me respondió con un mas convicción pero aun se notaba su falsedad. Me negaba a confiar en el, necesitaba una prueba. Dimitri Lambda me respondió con una calma incompresible, incluso amenazadora en comparación a mi respuesta.
- "Tranquilo, comprendo tu situación pero por favor recuerda lo que hablamos."
El tipo tenia razón, estaba actuando de forma muy errática y debía enfocarme, por lo que decidi ir con todo. Antes de responder tome aire e intente calmarme.
- "Necesito hablar con ellos antes de empezar a acordar términos."
En ese preciso instante vi como su expresión facial cambiaba lentamente, de forma casi impredecible pero suficiente para saber que estaba en apuros.
- "Hablaras con ellos, hay un pequeña condición…"
El tiempo se volvía un factor cada vez mas importante, y el dialogo se transformaba en una verdadera arma de doble filo. Debía ser cuidadoso y mucho menos errático
- "No…nada de condiciones, solo necesito hablar con ellos…"
Con esa ultima afirmación el supo realmente que no habría otra forma para hacerme hablar, ni otra condición que poner sobre la mesa, solo hechos. Aun me revolvía el estomago cuanto mas duraría esto, en que momento llegaría la oportunidad de lograr salir.
Dimitri sabiendo que no hablaría de otra forma simplemente se limito a advertirme si hablaba de mas.
-Bien si es lo que tanto quieres lo tendrás, pero solo recuerda no hablar de esto…
Saco un pequeño móvil de su bolsillo y tecleo rápidamente una serie de números. Cada momento que pasaba mi corazón se aceleraba y yo pensaba sobre la verdad en las palabras de este hombre, pensaba en cuando acabaría todo esto. Y de no ser asi, que no sea en vano.
El móvil marcaba y Dimitri se encontraba mirando no específicamente aquel cristal, mas bien como si lo hiciera a través de este. Conforme los segundos pasaban y el timbre sonaba cada vez mas lograba observar como su cara, la cual a pesar de estar casi inmutada, cambiaba lentamente cada vez que el timbre de la línea sonaba y nadie respondía. Quizás esta era su carta de triunfo.
Finalmente el timbre ceso y los segundos pasaron lentamente en completo silencio, la cara de Dimitri se encontraba totalmente seria y los segundos pasaron… uno…dos…tres y todo se congelaba en el preciso instante en que desde el otro lado de la línea se escuchaba una dulce e inolvidable voz decir
- "¿Hola, hay alguien ahí?"
- "Espero que la dulce charla te haya ayudado a despejar la mente. Ahora, recuerda que estoy dispuesto a ayudarte a que logres hablar con tu familia cada mes, y que tengas una mejor condición de vida por tu servicio a Corvus."
- "¿Como me aseguras que sera asi? no hay forma en que personas como tu puedan cumplir su palabra…ya lo he visto y vivido antes."
- "Mientras cooperes te aseguro que tu familia estará bien y que tendrás un par de comodidades como una habitación para ti solo…"
- "…no lo se…mientes…"
- "Debes comprender, que el mundo que conocías ya no existe. Hay algo que tu aun no entiendes. Hay personas que realmente te harán sufrir. Debes comprender, hasta que punto crees tu que todo esto ha sido en vano, hasta que punto ellos dependen de ti."
- …
- "Se que han sido muchas noticias y que difícilmente me puedes creer pero te dejare mi tarjeta, si cambias de opinión, di en voz alta lo que dice y yo asistiré a cumplir mi palabra."
- "Eso lo veremos…"
En ese instante la luz de la habitación se apago. Le lance el café caliente a su cara y rápidamente tome la silla y con esta le propine un fuerte golpe en la cabeza. Rápidamente busco en su cuerpo desplomado y tomo su tarjeta. Sabia con exactitud que las puertas de seguridad aun tenían energía de reserva. Me quedaban 13 minutos.
Tomo rápidamente la silla para proseguir con mi huida; abro la puerta y golpeo con esta al primer cabron junto a la puerta. Dejo atrás la silla y comienzo a correr con toda mis fuerzas. Ya había esperado lo suficiente y había funcionado. Como de costumbre las paredes blancas indicaban siempre el camino mas próximo hacia la salida, y por suerte, estas indicaban que al final de este interminable pasillo estaba mi libertad. Sin pensarlo dos veces comienzo a correr hasta mas no poder.
Finalmente llego hasta la puerta al final de este interminable pasillo. Quedan 9 minutos. En el instante en el que intento deslizar la tarjeta por el interruptor de la puerta, esta se abre y dos cabrones corpulentos vestidos de negro y con una mascara de gas lo suficientemente ajustada para no dejar ver su cara me apunta con su fusiles en dirección a mi cara mientras se dirigen a mi con un tono prepotente.
- "¿Perdón pero hacia donde ibas?"
No lograba comprender que estaba pasando. Que había pasado. Despejo mi mente y rápidamente me doy cuenta que por esa puerta no lograrían pasar ambos. Dejo caer la tarjeta y mientras estos cabrones desviaban su vista fuera de mi, me agacho a media altura y arremeto contra el primero frente a mi. Desvió su rifle lo mas rápidamente para que salga de mi dirección mientras le doy con la rodilla en el estomago lo suficientemente fuerte para hacerlo llorar. Sin embargo no fui lo suficientemente rápido. En ese mismo instante el segundo toma su porra eléctrica y me golpea lo suficientemente fuerte en la espalda como para hacerme caer completamente paralizado al piso mientras me grita.
- "¡ALTO AHI CABRON!"
En la dirección contraria mientras me revuelco de dolor llega rápidamente corriendo Dimitri con un moretón azul en toda su frente, a decir verdad no lucia para nada feliz. Finalmente se para frente a mi y dice con un tono que exclamaba odio y furia en cada una de sus palabras.
- "¡Llévenselo de aqui!"
- "¡Corvus Ocultus!" - Grite sin más remedio.
- "…hijo de…bien. Hora del viaje feliz."
En ese instante el tipo que aun tocia por el rodillazo saco su porra eléctrica y mira a Dimitri, este ultimo asiente. Seguido de eso, me concede un golpe lo suficientemente fuerte como para que pierda la consciencia.